Un Santo es una persona muy sencilla… como dice el Proverbio Zen... cuando
come, come. Cuando camina, camina. Cuando habla, habla.
Eso es Todo.
No piensa mientras
oye. No sueña despierto, no ve mientras toca. Eso es muy difícil, es por eso
que es un Santo. Nuestra mente se distrae constantemente, salta de un lugar a
otro, de una imagen a otra, del pasado al futuro, esta siempre moviéndose. Es
por eso que quienes logran permanecer en el presente, estar tranquilos y atentos
siempre en lo que hacen, son considerados santos.
Se cuenta la
historia de un hombre que estaba ansioso por conocer todos los misterios del
universo y fue a buscar a un gran maestro que vivía muy lejos, en la cima de
una montaña para que le enseñara. Al llegar por fin a la choza del maestro se
saco los zapatos y entro. Después de saludarlo le empezó a hacer preguntas,
pero el maestro lo detuvo y le pregunto: “¿De que lado de la puerta dejaste los
zapatos al entrar?”. El hombre confundido no supo que contestar y el maestro
entonces le dijo:” Con esa mente distraída no vas a entender lo que yo te pueda
enseñar, regresa a tu casa y medita para llegar a tener una mente mas atenta, y
cuando lo hayas logrado, entonces podrás entender los misterios del universo”.
(Tomado de la Web)
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