La investigación ha demostrado que la resiliencia es ordinaria, no extraordinaria. La gente comúnmente demuestra resiliencia.
Ser resiliente no quiere decir que la persona no experimenta dificultades o angustias. El dolor emocional y la tristeza son comunes en las personas que han sufrido grandes adversidades o traumas en sus vidas. De hecho, el camino hacia la resiliencia probablemente está lleno de obstáculos que afectan nuestro estado emocional.
La resiliencia no es una característica que la gente tiene o no tiene. Incluye conductas, pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona.
Una combinación de factores contribuye a desarrollar la resiliencia. Muchos estudios demuestran que uno de los factores más importantes en la resiliencia es tener relaciones de cariño y apoyo dentro y fuera de la familia. Relaciones que emanan amor y confianza, que proveen modelos a seguir, y que ofrecen estímulos y seguridad, contribuyen a afirmar la resiliencia de la persona.
Otros factores asociados a la resiliencia son:
♥ La capacidad para hacer planes realistas y seguir los
pasos necesarios para llevarlos a cabo.
♥ Una visión positiva de sí mismos, y confianza en sus
fortalezas y habilidades.
♥ Destrezas en la comunicación y en la solución de
problemas.
♥ La capacidad para manejar sentimientos e impulsos
fuertes.
Te
invito a leer lo siguiente, esta tomado del libro La resiliencia. Construir en la
adversidad, de Al Siebert. ¿Cómo se aprende a resolver problemas?
Si no estás familiarizado con el término
resiliencia, te diré que
la palabra resiliencia podría definirse en palabras de Al Siebert
como la capacidad de enfrentarse de forma saludable al cambio continuo
y recuperarse rápidamente de una contratiempo o adversidad saliendo fortalecido.
En el libro La Resiliencia. Construir en la adversidad, Al Siebert habla de una manera muy
cercana al lector, lo que permite entender perfectamente el contenido del libro
sin tener conocimientos previos sobre el tema. Su carácter divulgativo y los
ejemplos de personas que han sabido superar la adversidad es lo que más de ha
gustado del libro.
Al Siebert te enseña a obtener
beneficios de las muchas capacidades innatas que como persona tienes y que
por una u otra razón no desarrollas para afrontar los problemas de tal manera
que se transformen en soluciones. Además, es el primer libro que ha sido capaz
de describir lo que Al Siebert denomina los cinco niveles de resistencia y que toda persona puede llegar
a alcanzar. De hecho, este libro ofrece unas pautas para cada uno de estos
niveles de resistencia que son:
1. Aprender a
optimizar tu salud y tu bienestar.
2. Desarrollar una
buena capacidad para resolver problemas
3. Desarrollar lo que
Al Siebert denomina guardianes interiores.
4. Desarrollar
habilidades de resistencia de alto nivel.
5. Descubrir tu
talento para la serendipia (el descubrimiento de un hallazgo afortunado e
inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta).
Adquirir
estos 5 niveles de resistencia es lo que te transformará en una persona
altamente resiliente y capaz de afrontar cualquier adversidad por dura y
terrible que sea.
Como he dicho al inicio de la
introducción de este artículo, me es imposible abarcar en un solo artículo todo
el contenido de La Resiliencia. Construir en la adversidad, de ahí
que haya optado por desarrollar el segundo nivel de resistencia que te
permitirá a través de la inteligencia desarrollar una buena capacidad para
resolver problemas.
Cómo aprender y enseñar a resolver problemas siendo
resilientes.
Algunas consideraciones.
Una de las mejores maneras de ser
resistentes o resilientes frente a las adversidades que te ocurren y que
ocurren a los que tienes a tu lado es mediante la capacidad de resolver
problemas. Se ha demostrado que las personas que son capaces de resolver
problemas de forma efectiva son mucho más resistentes frente a las
adversidades. Por ello, las personas que manifiestan respuestas muy emocionales
frente a una crisis no se adaptan tan bien como aquellas que afrontan una
crisis con la mirada puesta no en el problema, sino en la solución.
De ahí que una persona resiliente frente
a una crisis será capaz de controlar sus reacciones emocionales durante esa
crisis. Es más, será capaz de comprometerse no con sus emociones, sino con sus
problemas para luego procesar y solucionar dichos problemas de la forma más
eficaz e inteligente.
Para
aprender a resolver un problema se debe partir de las siguientes premisas:
- Identifica el problema.
- Examina el problema.
- Detalla el problema.
- Clarifica las posibles soluciones.
- Actúa sobre el problema.
Los
peores enemigos para resolver problemas
Al Siebert en su libro La Resiliencia. Construir en la adversidad da a conocer lo que para él son
enemigos u obstáculos que no permiten resolver problemas de forma
satisfactoria. Algunos de estos enemigos o emociones negativas son:
- Ansiedad
- Rabia
- Miedo
- Vulnerabilidad
- Desamparo
Los
mejores aliados para resolver problemas
Al Sierbert defiende en su libro una
serie de emociones positivas que te pueden ayudar y mucho a la hora de
enfrentarte a una crisis. Estas emociones
positivas son:
- Pasarlo bien
- Divertirte
- Reír
- Pasar momentos entrañables con los amigos
- Jugar
Todas estas emociones positivas lo que
producen en las personas es un refuerzo en el sistema inmunitario y aumentan
considerablemente la fuente de recursos que necesitarás cuando te enfrentes a
una crisis.
Otro aspecto que me parece importante
destacar es la distinción que hace Al Siebert entre lo que se entiende por emociones
positivas y lo que se entiende por sensaciones placenteras como
tomarse un helado o beberse una cerveza bien fría. Es importante que no
confundas al respecto emociones positivas con sensaciones placenteras porque
las sensaciones placenteras no parten directamente de una experiencia cotidiana,
mientras que las emociones positivas sí.
Los 3 tipos de inteligencia que puedes utilizar para
resolver problemas
Ha llegado el momento de explicarte
cuáles son para Al Siebert los 3 tipos de inteligencia que te ayudarán a
resolver prolemas.
1. Resolver problemas mediante una solución analítica.
La primera forma que propone Al Sierbert
para resolver problemas es mediante lo que él denomina la inteligencia analítica o, lo que es lo
mismo, el arte de hacerse las mejores preguntas para obtener las respuestas que
te facilitarán resolver problemas. Estas preguntas deben ser del tipo:
- ¿Cuál es el problema?
- ¿Cuál es su gravedad?
- ¿Cuál es su urgencia?
- ¿De cuánto tiempo y de cuánta información dispongo?
- ¿A cuántas personas implica?
Junto con estas preguntas también es
necesario hacerse las siguientes:
- ¿Qué deseo?
- ¿Cuál es mi objetivo?
- ¿Qué resultado consideraré como satisfactorio?
- ¿Qué aprenderé?
- ¿Cómo podré evitar que vuelva a ocurrir?
La solución analítica es una solución válida
para resolver problemas, pero es muy importante tener en cuenta que dicha
solución racional o analítica debe usarse en problemas o situaciones que
permitan el análisis y la formulación de dichas preguntas.
Una excelente manera de trabajar la
inteligencia analítica reside en empezar a desarrollarla con aspectos muy
sencillos de la vida cotidiana. Un ejemplo perfecto serían las tareas
domésticas. Seguro que en tu caso te enfrentas a pequeños problemas domésticos
(averías, orden, limpieza, colocación de alimentos en una despensa). Pues bien,
intenta dar una solución analítica a dichos problemas dedicando a estos
problemas unos minutos usando las preguntas que he formulado más arriba. Verás
como los resultados son sorprendentes.
2. Resolver problemas mediante una solución creativa.
La solución o inteligencia creativa consiste en resolver problemas a partir de
ideas o soluciones poco habituales. Puede ser que ahora pienses que este tipo
de inteligencia no va contigo, que se trata de una inteligencia reservada a las
grandes mentes y a los grandes inventores. Pues debo decirte que te
equivocas. Cualquier persona y tú entre ellas es perfectamente capaz
de resolver problemas de manera creativa.
Uno de los aspectos que más llaman la
atención de la solución creativa es la paradoja que se centra en el hecho
de que se puede llegar a una solución creativa cuando se deja de pensar en
resolver un problema concreto.
En este sentido también cabe incidir en
que las soluciones creativas para revolver problemas no pueden hallarse
utilizando soluciones lógicas. La inteligencia creativa para resolver problemas
no se centra en el análisis, sino más bien en sensaciones o intuiciones que
posibilitan la creación de nuevas e imaginativas soluciones.
Es lo que en
la actualidad se resume con esta cita:
Think outside the
box (piensa
de forma poco convencional)
Una forma excelente de resolver
problemas de manera creativa es mediante lo que se denominan las preguntas sin censura. Son preguntas
que no guardan ninguna relación aparente con el problema planteado y es la
imaginación la que fluye libremente sin prejuicios, clichés o convenciones.
Un
ejercicio para desarrollar la imaginación creativa.
Al Siebert propone un interesante
ejercicio para trabajar la imaginación creativa a partir de la asociación de palabras. Es un
ejercicio que puedes hacer tú mismo o incluso usarlo en el aula con tus
alumnos. El ejercicio en cuestión tiene como finalidad buscar una palabra que
tenga algo en común con otras tres palabras. Por ejemplo, ¿qué palabra tienen
en común hecho, segunda y obra? La respuesta sería mano (hecho a mano, segunda mano,
mano de obra).
Aquí tienes algunos ejemplos de
asociaciones para que pongas desde ya en marcha tu inteligencia creativa:
1. dormir – chimenea –
saco
2. pistola – olla –
piscina
3. pulso – doble –
tapete
4. turno – nocturno –
urbano
5. sueño – debajo –
agua
7 Consejos
para aprender a resolver problemas de forma creativa.
- Procura entender todos los detalles del problema. Aprende a observar atentamente.
- Olvídate del pensamiento consciente y trata de resolver el problema con un enfoque más lúdico.
- Usa preguntas diferentes a las solución analítica como, por ejemplo:
- ¿Qué sucedería si lo mirase desde otra perspectiva?
- ¿Cuántas maneras hay de manejar esta situación o problema?
- ¿Qué tiene de divertido el problema?
- Empieza a hacer preguntas con la siguiente fórmula: ¿Qué sucedería si…?
- Aléjate del problema mediante pausas, dando un paseo o escuchando música y vuelve otra vez a él.
- No olvides que si quieres solucionar problemas mediante soluciones creativas no debes emitir juicios de valor porque dichos juicios no hacen más que poner barreras y obstáculos a posibles soluciones menos convencionales.
- Nunca te autocensures, es decir no te digas a ti mismo. ¡Qué idea más tonta se me acaba de ocurrir! ¡Vaya estupidez me ha venido a la cabeza!
El pensamiento cerrado es el peor
enemigo de la solución creativa porque tal y como dijo Ken Keynes Jr.:
No es posible aprender
lo que uno cree que ya sabe
Un
ejemplo de solución creativa. El camión empotrado.
Cuenta la historia que
un camión quedó encajado debajo de un puente. Al llegar los ingenieros al lugar
del accidente valoraron de qué manera podían soluciona el problema del camión
encajado. Barajaron posibles soluciones como cortar la parte superior del
camión con un soplete, aunque esto implicaba mucho trabajo y retirar
previamente toda la carga. Mientras tanto, un niño que observaba a los
ingenieros le preguntó a uno de ellos: ¿Por qué no deshincháis los neumáticos
del camión?
3. Resolver problemas mediante la solución práctica.
La última manera que propone Al Siebert
de resolver problemas es mediante la
inteligencia práctica.
Un aspecto que me ha parecido muy
interesante de este apartado es que un CI (coeficiente intelectual) elevado no
tiene por qué favorecer la resolución de un problema de manera práctica. ¿Qué
significa esto? Pues que la inteligencia tal y como la entendemos como éxito
escolar o académico no guarda una relación directa con el hecho de resolver
problemas de manera práctica.
Para llevar a cabo la inteligencia
práctica que permita resolver problemas es necesario alejarse emocionalmente
del problema. ¿Por qué? Pues porque para ser prácticos a la hora de resolver
problemas hay que aceptar la realidad que está aconteciendo en el momento en
que ocurre el problema. Si discutes y te rebelas contra la realidad que rodea a
tu problema, serás incapaz de ver una solución práctica del mismo. Porque tus
esfuerzos no se centrarán en encontrar una solución funcional, sino que todas
tus fuerzas estarán enfocadas a las emociones negativas de las que he hablado
anteriormente (rabia, miedo, ansiedad…). Por tanto, quédate con esta
frase:
Cuando piensas que lo
que te está sucediendo no te debería suceder, nunca tendrás tiempo para pensar
en resolver lo que te está sucediendo.
Un
ejemplo de cómo resolver problemas de manera práctica. La rueda robada.
Un hombre sufrió el
robo de una rueda de su coche y sus respectivas tuercas mientras estaba
comiendo en un bar de carretera. Al salir y no ver la rueda sintió mucha
angustia porque no tenía seguro de asistencia ni tampoco había ningún taller
mecánico cerca. En ese momento un granjero le preguntó qué le pasaba y el
hombre al que le habían robado la rueda le contó lo sucedido. El granjero le
preguntó al hombre si tenía una rueda de recambio. El hombre dijo que sí, pero
de nada servía porque le habían robado las tuercas. En ese momento el granjero
le respondió: “Esto no es ningún problema.” El granjero sacó la rueda de
recambio y sacó una tuerca de cada una de las otras tres tuercas. Utilizó esas
tres tuercas para colocar la rueda de repuesto. Esto permitió al hombre poder
llegar a su destino, aunque tuviera que ir más despacio con su coche debido a
que cada rueda sólo tenía tres tuercas.
Resolver problemas para ser más resilientes. A modo de
conclusión.
Ahora ya sabes de qué tres formas puedes
aprender y enseñar a resolver problemas. En este sentido me gustaría insistir
en que las tres maneras de resolver problemas no son específicas para cada
persona, sino que se pueden combinar perfectamente en función del problema que
tengas.
¿Por
qué resolver problemas?
Todas las personas tienen problemas.
Dichos problemas son causa de emociones negativas que hacen disminuir su nivel
de resistencia y su capacidad de ser resiliente a medida que no son capaces de
encontrar soluciones o evitando y postergando dichos problemas.
Resolver problemas es necesaio para
fortalecer tu identidad y convertirte en una persona resiliente. Resolver
problemas hace posible que estés más contento, refuerces tu autoconcepto,
ayudes a otras personas y refuerces tu confianza. Ahora entiendes la
famosa frase que dice:
Los problemas se
pueden convertir en opotunidades
Pero, oportunidades, ¿de qué?
Pues oportunidades de ser más
resistentes a las adversidades, de ser más resilientes, de ser más
felices, a sonreír más, a ser más fuertes, a ganar en confianza, a mejorar
la autoestima.
Pero, cuidado. Resolver problemas sólo
es un paso más para convertirte en una persona resiliente. Resolver problemas
es un excelente punto de partida, pero no olvides que para ser resistente
necesitarás desarrollar más niveles de resistencia como los que propone Al
Siebert en su libro La resiliencia. Construir en la adversidad.
Espero que si te ha gustado el artículo
lo compartas con otras personas a las que les creas que puede serles de
utilidad y, cómo no, también te recomiendo la lectura del libro en el que
aprenderás a desarrollar de manera consciente niveles de resistencia superiores
como:
- La pérdida de un ser querido
- La enfermedad
- La pérdida de tu puesto de trabajo
- La ruptura de una relación sentimental
- …
Porque…
Leer nos hace mejores
FUENTE:
http://justificaturespuesta.com/3-maneras-aprender-resolver-problemas-resilientes/
♥ GRACIAS GRACIAS GRACIAS!!! ♥
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