
LAS BENDICIONES Y ABUNDANCIA QUE NOS RODEAN.












• RESPIRA!! Date un espacio para respirar durante 3 minutos, donde estés, en tu escritorio o en un lugar silencioso toma tres minutos, deja de hacer la actividad que estás realizando e inhala y exhala profundamente, lleva tu atención a la respiración y a tu cuerpo como un todo. Regresa a la actividad que estabas realizando de manera consciente. Esta práctica te ayudará a clarificar tus pensamientos, a tranquilizar tu aproximación global a la vida, así como ser más productivo al estar presente e informado acerca de lo que sucede.
• Cuando converses, escucha en silencio, con total atención y sin interrumpir.
• Camina observando tus pisadas y el peso de tu cuerpo en cada paso.
• Cuando te duches, céntrate únicamente en el agua, en lo que sientes cuando entra en contacto con la piel y cómo recorre cada rincón de tu cuerpo.
• Cuando cocines, tu atención solo está puesta en los alimentos, en su olor, su textura, su sabor....
• Bebe agua a sorbitos pequeños sintiendo cómo el líquido entra en tu cuerpo.
• Mastica la comida con atención y experimenta el placer del silencio interno mientras te nutres.
• Haz una actividad a la vez, concentrando toda tu atención en lo que estas haciendo.
• Habla contigo misma y sé sincera. Solemos escuchar a los demás pero no a nosotros. Repítete varias veces al día: “preocúpate por lo demás pero también cuida de ti”. Si te sientes extraña haciéndolo puedes coger un cuaderno y escribir esa conversación.
• Levántate de la mesa de trabajo cada 30 minutos durante 1 minuto y muévete experimentando el placer del cuerpo al moverse.
• Practica el arte de mirar a los ojos en silencio a las personas a tu alrededor.
• Pon límites a tu relación con las redes sociales. Evita las entradas compulsivas.
• Agradece cada noche y cada mañana por la oportunidad de vivir en ti.

• Arcilla (o barro)
• Agua
• Tu lista de cosas que deseas manifestar, en relación a tu forma de ser, de pensar, de obrar, emociones, recuerdos, bloqueos, complejos, limitaciones, condicionamientos…
• Aceite de oliva ( o algún aceite consagrado mágico que uses, el Oleo de Venus por ejemplo)
Busca un momento y tranquilo… respiras, te relajas, te concentras, te rodeas de luz, llamas a los seres de Luz que quieras que te acompañen…
Iras dando forma cada cosa de tu lista que deseas manifestar. No hace falta que salgan como de escultor, pero si que tengan un significado para vos, y que vos las entiendas… Mientras haces cada forma, piensa en eso que estas materializando. Un tip: si conseguís imanes chiquitos, podes dejarlos dentro de las formas. Moldealas usando el agua y una vez terminada la forma, úngela con aceite, salpicala con agua “bautizándola” con su nombre y pasala por el fuego de la vela para sellar ese elemento. Y dejala secar.
Si tienes un altar colocalas allí… o en algún lugar especial de tu hogar, donde te sientas a gusto por la energía que emana. Al ubicarlas en su lugar expresa “Atraigo hacia mí las oportunidades para materializar esto que deseo”



La curación con la tierra se produce a través del proceso de transferencia. La herida o enfermedad se transfiere mágicamente a otra sustancia, normalmente orgánica, que después se entierra. AI descomponerse libera la herida o enfermedad.
Es un ritual simple para quitar una enfermedad o curar una herida. Para ello frota la parte afectada con una manzana o una patata. Entonces, tan rápidamente como sea posible, cava un hoyo en la tierra, ponla dentro y cúbrelo con tierra. Está hecho.

Siente el ritmo de la Tierra el continuo latido de la Naturaleza-. Debe latir sintonizado con tu corazón, golpeando hasta que sientas que tu cuerpo vibra con energía. Entonces siéntela venir energía fresca, profunda, suave que surge de la tierra hacia dentro de ti.
Levántate, sacúdele el polvo y comprueba si te sientes diferente.
Si estás en cama o no puedes hacer esto por otra causa, coloca un plato o un tiesto con tierra fresca en tu habitación. La tierra desprende vibraciones curativas y su presencia ayudará a tu recuperación.
Un método sencillo sería colocar una maceta en tu habitación. No sólo la planta desprenderá sus propias energías curativas (la hiedra es estupenda y no causará miradas extrañas), sino que la tierra en la que está plantada también te ayudará.

Este es un recurso bonito porque es algo físico a lo que puedes recurrir siempre que necesites sentirte mejor con vos mismo/a.
Dentro de la caja vas a poner una serie de objetos y notas que te recuerden lo maravilloso y único que sos…
Por ejemplo: un espejo donde mirarte y recordarte que sos tu mayor y más valioso tesoro del mundo; frases con tus puntos fuertes; dibujos de tus habilidades; elementos que te recuerden tus emprendimientos exitosos, o esas veces que hiciste algo que te hizo sentir mucha confianza en vos…
fotos de tus seres queridos o de momentos importantes o de tus mayores logros; una medalla; besos estampados; algún recuerdo de cuando eras pequeño/a; etc.
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