♥ En estos dias... en que la Energia Geminis nos pone... pensativ@s... puede que de repente nos sintamos con la cabeza abarrotada de ideas... A veces pensar mucho no significa pensar bien... Me gusto este Post y las tecnicas propuestas ... para aprender a llevar nuestro procesos mentales de manera saludable!! Gracias a Miguel Guzman!! ♥
Comparto con Amor y desde la paz!!
Laura Eva
♥ SIETE TECNICAS PARA DEJAR D EPENSAR DEMASIADO ♥
por Miguel Guzmán
¿Piensas
demasiado? ¿Tu cerebro va por libre y te cuesta controlar tus procesos
mentales?
Si
queremos Vivir el presente e impedir que nuestro cerebro nos interrumpa
constantemente con pensamientos
intrusivos, para así concentrarnos mejor y disfrutar más, tenemos que
meter en vereda los procesos mentales que nos distraen del momento actual, y
nos llevan a lamentarnos del pasado o a preocuparnos por el futuro.
Hay
formas muy efectivas de gestionar nuestros procesos mentales: a medio/largo
plazo podemos tranquilizar la mente
ejercitando la Meditacion , o atacar la raíz del problema modificando nuestros procesos mentales
mediante la PNL o la Hipnosis.
Pero
muchas veces no tienes la oportunidad. Los pensamientos indómitos no esperan a que estés a punto de
realizar una sesión de Meditación, PNL o Hipnosis.
Estos
pensamientos ninja te asaltan
cuando estás conduciendo, en mitad de la calle, en la oficina, a la hora de
comer… Te atacan de repente y te hacen sentir mal en momentos y situaciones en
las que no les puedes dedicar un tiempo y una atención específicas para
reconducirlos.
En
estos momentos son útiles estas técnicas para dejar de pensar demasiado . En
general son técnicas que puedes aplicar rápidamente, sin necesidad de estar en
una situación determinada, sin otras personas y sin utilizar ningún objeto
específico.
Sí
es útil una quietud física, es decir, que no te estés moviendo cuando realizas
estas técnicas. No es imprescindible y con la práctica también te pueden
funcionar en movimiento, pero la quietud te ayuda a concentrar la atención en
los sentidos.
1
– Mira a un punto fijo Fija tu atención en un pequeño punto
fijo, aproximadamente a la altura de tus ojos, justo delante de ti – es
importante que tus ojos miren al frente -, y que no esté demasiado cerca
(mínimo unos 50 cms). Ahora
intenta traerte una imagen mental, sin
desviar la mirada del punto fijo.¿A
que te cuesta más esfuerzo?
Esto
está basado en la PNL. Cuando tu
cerebro accede a imágenes, sonidos o sensaciones de tu memoria, tus ojos se
mueven hacia diferentes posiciones (accesos
oculares). Pero también funciona al revés: bloqueando tus accesos oculares, bloqueas que el cerebro
acceda a esas imágenes, sonidos o sensaciones de tu memoria.
Realmente
no lo estás impidiendo 100%, puedes – sólo si quieres y haces el esfuerzo –
acceder a tu memoria aunque estés mirando a un punto fijo. Pero ya cuesta
bastante más trabajo, y cuando haces esta técnica el cerebro deja de traerse
recuerdos de forma espontánea.
2
– Concéntrate en tu respiración Pon tu atención en la sensación física
del aire entrando y saliendo por tu nariz. Intenta captar cada uno de los
matices de esta sensación física.Poco a poco tu cerebro irá centrándose en lo
corporal e irá calmando la generación espontánea de imágenes y sensaciones en
tu mente.
Este
es el funcionamiento de la Meditación
de Atención Plena, pero nada te impide hacerlo en cualquier otro
momento, aunque no estés meditando específicamente, ni sean el lugar ni el
momento apropiados para ello.A mí ésta me es muy útil en la oficina: si estás
delante del ordenador o en una reunión, resulta muy fácil y discreto
concentrarte en tu propia respiración para tranquilizar la mente.Cualquier otra
percepción física serviría, como por ejemplo ser consciente del tacto de tu
ropa, o de los latidos de tu corazón. O también una referencia externa, como el
tic tac de un reloj. Aunque la respiración es la más fácil y cómoda.
3 – Pronuncia internamente tu discurso. Consiste en pronunciar internamente
aquello que vas a decir a continuación.
Esta
técnica es especialmente útil en esos momentos en los que estás hablando y a tu
mente acuden muchas ideas (normalmente en forma de imágenes) que quieres
expresar. Pero como tu mente va más rápido que tu voz, te aturullas y tu
conversación sale a bobotones, rápida e inconexa.
Si
antes de hablar pronuncias mentalmente (escuchando el sonido en tu mente, pero
sin decirlo con tu boca) las palabras que vas a decir, tu cerebro se centra en
el sonido de las palabras, ralentiza su actividad y prepara mentalmente aquello
que vas a decir.
Por
un lado tu cerebro se tranquiliza, y tiene la ventaja añadida de que tu voz
sonará más pausada y elegante. Es una técnica útil para hablar en público.
4 – Escanea y focalízate en los detalles
visuales.
Consiste en realizar un barrido visual moviendo la cabeza de un lado a otro,
pero en lugar de mirar con visión periférica, centrarte en determinados
detalles específicos.El objetivo es fijar la atención en determinados puntos
concretos del barrido visual.
Por
ejemplo yo giro la cabeza de izquierda a derecha en mi despacho y me fijo: en
el título de uno de los libros de la estantería, en el tirador del estor de mi
ventana, en la bombilla de una lámpara, en una pincelada blanca de un cuadro
que cuelga de la pared, en un rotulador que tengo sobre la mesa y en el pomo de
la puerta.
Este
proceso le manda al cerebro un mensaje de
“alerta”, tu mente considera que lo que hay ahora mismo en tu entorno es
importante, por lo que deja de traerse recuerdos y fantasías para volver al
momento presente.
Esto
es el Anclaje de Alerta de Robert Dilts, uno de los 5 anclajes
del Estado C.O.A.C.H. que explica en su seminario de Coaching Generativo. Es muy práctico y además sirve para
espabilarte si tienes algo de sueño.
5 – Localiza
la posición de los sonidos Consiste en concentrarte en determinar
la posición en el espacio de los sonidos que estás oyendo en un momento
determinado. Este sonido que oigo, está a mi derecha, bastante cerca, este otro
está detrás mío y a la izquierda, a varios metros de mí.
La
ubicacion espacial de los sonidos te trae de vuelta al momento presente. Es
similar a la focalización en detalles visuales, sólo que utilizando la
percepción auditiva en lugar de la visual.
Para
esta técnica es útil que haya al menos dos o tres sonidos diferentes, en
distintas posiciones que puedas localizar.
Ésta
es la más práctica y natural cuando estás andando por la calle, o estás en
compañía de gente, con amigos tomándote algo, en un día ajetreado en el
trabajo, etc.
Por
ejemplo estás por la calle y escuchas un coche tocando el claxon, una madre
llamando a su hijo y una persona a la que le suena el móvil. Si conscientemente
te dedicas a ubicar espacialmente estos sonidos, tu cerebro entra en el modo de
centrarse en el aquí y el ahora.
6 – Focalización
a través de todos los canales.
Esta técnica consiste en concentrarte, utilizando los distintos sentidos
simultáneamente, en aquello que estás haciendo en el momento actual.
Hay
un ejemplo muy típico que nos sucede a menudo a las personas que pensamos
demasiado: hacemos algo y después no nos acordamos si lo hemos hecho o no. ¿He cerrado con llave? ¿En qué plaza del
centro comercial he aparcado el coche? ¿He echado protector solar en la maleta?
Como
tu cerebro funciona a tope de revoluciones, si estás haciendo algo mecánico, tu
mente aprovecha para traerte cosas que considera más importantes, por lo que
aquello que estabas haciendo lo terminas de forma automática y no lo registras,
con lo que después no te acuerdas de si lo habías hecho o no.
Para
la mayoría de tareas rutinarias esto no es un problema: no te va a pasar nada
porque un día suelto se te olvide lavarte los dientes, o te dejes en casa la
tarjeta de acceso a la oficina.
Lo
que sucede es que hay tareas mecánicas que son importantes y si se te escapan
pueden suponer un problema. En el parking de mi trabajo a un compañero se le
olvidó un día echar el freno de mano con las prisas, se le resbaló el coche y
le dió al coche de otro compañero. Y, ¿quién no se ha dejado alguna vez las
luces puestas y ha agotado la batería? No es que sea el fin del mundo, pero ya
son unos incordios que convendría evitar.
Pero incluso aunque lo hayamos hecho, si no nos acordamos de haberlo hecho, nuestro cerebro nos va a
traer durante un buen raro el run-run
de si realmente lo hemos hecho o no, lo cual es ligeramente molesto. Es otra
forma de pensar demasiado.
Una
solución típica es comprobar varias veces si lo has hecho o no, pero no es
práctico porque pierdes el tiempo y además desde fuera parece un trastorno
obsesivo-compulsivo. Queda raruno.
Además
es un parche para el problema: no es que no sepas o se te olvide echar el freno de mano del
coche, es que cuando lo has hecho tu cerebro estaba a otra cosa y, como no
prestó atención, ahora no se acuerda.
Lo
que hay que hacer es orientar al cerebro a focalizarse en esas tareas triviales
pero importantes, y eso se puede hacer orientando todos los canales de
percepción a la tarea. Estos serían: visual,
auditivo, kinestésico y diálogo interno.
Por
ejemplo salgo de mi casa y quiero cerrar la puerta con llave. Es una tarea
rutinaria, mecánica – no hay que pensar – con lo que es perfecta para que la
mente se ponga a pensar en sus cosas. Pero es una tarea importante, ¡no estaría
bien que me dejase la puerta abierta! Equivocarme me podría traer problemas.
Así
que dirigo el canal visual fijando mi vista en la llave y la cerradura. Dirijo
el canal auditivo escuchando el sonido de la llave girando dentro de la
cerradura. Dirijo el canal kinestésico fijándome en la sensación del tacto del
metal de la llave en mis dedos. Dirijo el canal de diálogo interno diciéndome a
mí mismo “Cerrado!”.
¡Ya
está! Tardamos lo mismo que en cerrar la puerta sin pensar, sólo que
focalizando nuestra atención, con lo que nuestro cerebro lo tiene presente y lo
recuerda.
Esta
técnica es útil para acciones simples, si la acción es mecánica pero más
complicada, como puede ser hacer el
equipaje, te recomiendo utilizar una Checklist.
7
– Visualiza la realidad. Ésta es la
más compleja, aunque merece la pena aprenderla porque en mi opinión es muy
potente. Te será más fácil aplicarla si has practicado alguna disciplina que
incluya visualizaciones como la PNL o el Método Silva.
Lo
primero que tienes que hacer es darte cuenta de que puedes “ver” dos cosas a la
vez: lo que estás viendo con tus ojos y lo que estás “proyectando” dentro de tu
cabeza.
Por
ejemplo mientras estás leyendo estas líneas puedes visualizar – sin cerrar los
ojos -, digamos, un triángulo amarillo. Eres capaz de “ver” a la vez por tus
ojos y en tu “pantalla mental”.
De
hecho, esta es una de las molestias más frecuentes de la gente que pensamos
demasiado: que nos vienen espontáneamente imágenes como un recubrimiento, como
una especie de diapositiva transparente sobre nuestra visión real. Las imágenes
mentales se superponen a la realidad, nos distraen del presente y nos pueden
causar angustia o sufrimiento. Ahora bien, nosotros sí tenemos la capacidad de
controlar lo que ponemos en nuestra “pantalla mental”. Como ejercicio, intenta
visualizar en tu pantalla mental – sin cerrar los ojos – primero el triángulo
amarillo, después un círculo azul, y después un gatito mono.
Bien,
hasta aquí la visualización mental. Haz esto varias veces hasta que puedas, con
más o menos soltura, visualizar imágenes arbitrarias en tu pantalla mental. Es
decir, que puedas colocar en tu pantalla mental lo que te apetezca,
independientemente de lo que estés viendo con tus ojos. Ahora viene la técnica:
Visualiza en
tu pantalla mental lo mismo que estás viendo con tus ojos.
Es
decir, con el mismo proceso que utilizas para colocar en tu pantalla mental
imágenes arbitrarias, creando una especie de “superposición” entre tu visión y
tu imagen mental, coloca una imagen exacta de lo que estás viendo con tus ojos
en este momento.
Si
te cuesta visualizarlo, puedes cerrar los ojos e intentar recordar la imagen de
lo que justamente acabas de ver. Manteniendo esa imagen en la pantalla mental,
abre los ojos.
En
ese preciso momento tu visión real y tu visión mental están alineadas. La
sensación resultante podría describirse como “mirar intensamente”.
En
este momento estás necesariamente
en el presente, y dejas de pensar en otras cosas.
Nuevamente
la quietud ayuda, es más fácil si te concentras en mirar a algo estático, pero
con práctica también lo podrás hacer mirando cosas que estén en movimiento.
♥ Conclusión Hemos visto 7 técnicas diferentes para
detener el tren de pensamientos, los procesos mentales incontrolados, para
tranquilizar nuestra mente y acceder a un estado mental de calma. Están
ordenadas de más simple a más compleja. Pruébalas, utiliza las que te funcionen
y descarta las que no. Poco a poco irás siendo capaz de echarles el freno a tus
procesos mentales no deseados e irás dejando de pensar demasiado.
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