1) Observa. Revisa tus senos frente al espejo. Obsérvalos diariamente y fíjate en cómo lucen. Después de quitarte la ropa, míralos y fíjate si hay marcas rojas por un sostén demasiado ajustado o por el uso de ropa apretada. Las marcas son indicio de que la circulación del seno podría estar afectada; busca ropa que sea cómoda y que no deje marcas en tu cuerpo. Valora tus senos cuando los veas, párate erguida, con los hombros hacia atrás, respira profundo y di “¡Hola chicas, son hermosas!”.
2) Toca. Siéntelos, masajéalos, levántalos y sacúdelos. Pon atención en cómo se sienten en las diferentes etapas de tu ciclo. El masaje y el movimiento ayudan a estimular la circulación de los senos. Al saber cómo se sienten regularmente, podrás notar si hay algo diferente. Existen muchas modalidades de masaje y trabajo corporal que son benéficas para el autocuidado de los senos; explora el masaje circulatorio, el masaje de drenaje linfático, la acupresión, la energía curativa, el cepillado en seco, y mucho más. Entre más toques tus senos, más sabrás cómo deben sentirse.
3) Mueve. Cada día, mientras observas y tocas tus senos, date un minuto para rebotarlos suavemente para mejorar el flujo linfático y circulatorio a través de los tejidos. Rebotar en un mini trampolín o en un botador es un ejercicio saludable que hace vibrar cada célula del cuerpo y mejora la salud linfática. Al vibrar y balancear suavemente el cuerpo y los senos, incluso sin un trampolín, mejoras la salud linfática y la energía general. Los movimientos y el ejercicio que implican mover y levantar los brazos, como muchos tipos de baile, también abren y tonifican los músculos profundos de la caja torácica y los hombros, que ayudan a mantener la salud de los senos.
4) Nutre. Aliméntate con una dieta alta en vegetales de hoja verde, verduras y frutas. Come alimentos fermentados; los probióticos vivos ayudan a la salud intestinal. Un sistema digestivo saludable puede procesar y eliminar de manera eficiente, ayudando así a la nutrición natural y la desintoxicación. Bebe una buena cantidad de agua. Para una salud óptima de los senos elimina el alcohol, el azúcar, las grasas trans, los colorantes y saborizantes artificiales.
5) Respira. La respiración natural profunda que crea movimiento en la caja torácica debajo de los senos contribuye a mejorar la vitalidad del tejido mamario. La respiración profunda alivia el estrés, la congestión y la tensión en el área del pecho, moviliza y estimula la circulación linfática y trae la conciencia a esa zona del cuerpo. Con una respiración profunda y relajada, el estómago se distensa, la inhalación se expande por el abdomen y la caja torácica, dando lugar al movimiento de los senos. La respiración abre el pecho, favorece la relajación y el movimiento natural que revitaliza los senos. La respiración profunda asociada a la conciencia, te permitirá sintonizarte para percibir cómo se sienten tus senos y con lo que de manera intuitiva te sientes guiada a hacer para propiciar su vitalidad. ¡Respira profundo para tener senos sanos!
FUENTE: "Vulva Sapiens" http://vulvasapiens.com/
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